Las personas celíacas o intolerantes al gluten pueden consumir nuestras nueces sin temor, pues la nuez es un producto que está libre de gluten por naturaleza.
Eso sí, tendrán que tener cuidado con las nueces saladas, fritas, azucaradas… o aquellas que formen parte de los ingredientes de otros productos (helados, tartas, pasteles, ensaladas preparadas…) si no se conoce su proceso de elaboración, pues en esos casos siempre tienen un porcentaje, más o menos alto de gluten.